Si quieres compartir el silencio con nosotros y dejarte el culo en el cojín, eres bienvenida.
Si nunca has meditado, te enseñaremos cómo. Si tienes tu propia práctica, nos parece estupendo compartirla: no queremos convertir a nadie. Lo único que te pedimos es que respetes el silencio.
Nos reunimos los domingos por la mañana en Vallehermoso 32, cerca del metro Quevedo.
Venir a sentarse con nosotros no cuesta dinero. Tendrás, eso sí, que traer tu propio material (cojín, manta, etc.).
Si quieres más detalles, escríbeme.
Nos sentamos en dos filas, de espaldas a la pared. Busca un sitio y ponte cómodo en el cojín/banquito/silla. Mientras entra todo el mundo, puedes estirar, levantarte al baño, o directamente meditar. Si hay gente nueva, se les darán instrucciones ahora.
Suenan tres campanas, indicando el principio de la meditación. Una vez suena la tercera campana, intentas no moverte. Disfruta de la sentada.
Cuarenta minutos después, suenan tres campanas de nuevo. La meditación termina con la tercera campana: no te muevas antes. Si quieres, puedes saludar: palmas juntas en el pecho, inclinas el o hacia adelante. Te pones de pie en cuanto puedas.
Cuando estamos todos de pie, una palmada marca el inicio de la meditación caminando. Con las manos sobre el pecho, o cruzadas sobre el abdomen, caminamos en sentido horario alrededor de la habitación. Sigue a la persona que tengas delante: intenta mantener siempre la misma distancia con ella. A veces iremos más despacio. A veces, más rápido.
Si necesitas ir al baño durante la meditación caminando, saludas a la persona que tengas detrás cuando llegues a la puerta, para indicarle que dejas la fila. A tu salida, el hueco se cierra detrás de ti. Cuando vuelves, esperas en la puerta hasta que la fila llegue a donde estás. La persona que estaba detrás de ti te dejará un hueco: saludas y entras en la fila, sin interrumpir el ritmo.
Unos diez minutos después, una palmada marca el final de la meditación caminando. Seguimos caminando alrededor de la habitación hasta volver a nuestro sitio. Cogemos nuestra manta y nuestro cojín, y nos sentamos.
Tres campanas, y empiezan otros cuarenta minutos de meditación sentada.
Después de las tres campanas que marcan el final de la segunda sentada, estiramos en silencio. Puedes ir al baño si lo necesitas. Una campana marcará el final del silencio, y habrá tiempo para discusión.
Al terminar, recogemos los cojines y las mantas, y nos vamos a casa.